Reflexión: ‘Avatar’

domingo, 7 marzo 2010 1

Atención. Si no has visto Avatar es posible que el texto que vas a leer a continuación te desvele, directa o indirectamente, algunos detalles del argumento que, tal vez, prefieras no conocer hasta ver la película. Advertido quedas, si traspasas este punto.

Aquí va una pequeña reflexión sobre Avatar antes de la entrega de los Oscars, para que, pase lo que pase, nadie pueda decir que me influyeron los premios, muchos o pocos, no sé, que le pudieron caer. Y es que tanto se ha dicho y redicho de esta película, que no me quedaban ganas de escribir sobre lo que seguramente ya estaréis cansados de leer, y no me he atrevido a hacerlo hasta que he encontrado algo interesante que decir.

Avatar no sería nada sin el espectáculo audiovisual que lo acompaña: ¡y qué espectáculo! ¡Qué experiencia 3D! ¡2D! ¡Como quiera que la veas! Casi todo el mundo está de acuerdo en definirla como el gran evento cinematográfico del año, la revolución del cine, y no sé cuántas otras cosas. Estoy de acuerdo con todos, pero hay algo que no me invita a unirme a este delirio colectivo pro-Pandora.

Cuando la vi, uno o dos días después del estreno, si bien había quedado tan maravillado con el mundo parece-que-estoy-bajo-el-mar de Cameron como me habían advertido, algo me decía que toda esa tecnología, que toda esa inversión en efectos especiales revolucionarios algún día acabaría siendo superada, del mismo modo que, siempre, desde que el cine es cine, un nuevo efecto especial ha superado al anterior en calidad, realismo o, simplemente, costes de producción. Haced el ejercicio de ver Titanic ahora: menudas sorpresas os llevaréis cuando veáis de nuevo los planos del barco navegando a plena luz del día.

¿Y qué quedará, entonces, cuando los efectos especiales de Avatar sean superados? Pues una historia que ya ha sido contada muchas veces anteriormente, y que es una fórmula con la que Hollywood desde siempre se ha sentido muy cómodo. Es tentador trazar paralelismos entre la historia de Avatar y la de Pocahontas, o la de Bailando con lobos, seguro que se lo habéis oído decir a muchos. Y es que a los americanos les encanta este molde para tratar en la pantalla el tema del choque entre culturas o el racismo. Pero me asalta una duda: ¿no es una forma demasiado racista para tratar el tema del racismo?

A priori pensaréis, ¿racista Avatar? Pero si es un canto en 3D a la integración de un blanco en otra cultura, de la que aprende y se enriquece, y gracias a la cual acaba siendo mejor persona; pero si se trata de una alegoría de cómo el pueblo americano acabó con sus orígenes, masacrándolos, y condenándolos al olvido y a la marginación; pero si es un bello retrato de lo que hacen los ejércitos cuando invaden esos países que a todos nos quedan demasiado lejos…

Ajá, todo eso es cierto, pero recordemos lo que sucede en Avatar: el protagonista, Jake Sully, el blanco, se integra en la nueva cultura, no sólo para formar parte de ella, sino para dominarla y controlarla, lo consigue haciendo volar aquel dragón que sólo unos pocos elegidos han podido doblegar, porque se demuestra superior a los miembros de la tribu y, a la postre, merecedor de gobernarla. Y lo mismo sucede en Bailando con lobos, cuando Kevin Costner se acaba convirtiendo en el indio más guay a este lado del Mississippi. Conclusión: los mejores indios son los blancos cuando se vuelven indios.

Y ese pequeño tic me decepciona profundamente, desde el preciso instante en el que el argumento que se emplea para corregir la conducta no es más que la propia conducta con piel de cordero; como si nos pusiésemos a apagar un fuego con gasolina. Trato de hacer un esfuerzo para comprender estos ademanes imperialistas que, nos guste más o menos, corren por sus venas. Puede que me cueste trabajo por no haber vivido en una sociedad donde casi la mitad de la población es de una raza diferente. Es posible. ¡Y ojo! ¡Lo dice un amante de la cultura (sic) americana! Pero hay un factor que se escapa a mi entendimiento, y si algún lector me puede arrojar algo de luz sobre este tema le quedaré profundamente agradecido.

Sólo hay una cosa que tengo clara de Avatar, cristalina, y es que, visto lo visto, la historia que ha escogido Cameron es exactamente la historia que necesitaba esta película, muy a mi pesar, y, si no, podemos sacar los datos de la taquilla y discutirlo. Es broma.

-Roque.

9 comentarios
  • Juan Pablo
    marzo 7, 2010

    «Si no has visto Avatar es posible que el texto que vas a leer a continuación te desvele, directa o indirectamente, algunos detalles del argumento»

    Esta película es previsible desde el primer segundo! Trama fácil,predecible,trillada… y efectos especiales que, a día de hoy, muchas personas jamás vieron antes y ahí radica su éxito (muchas tomas sobran y la única misión que tienen es que el espectador que vea en 3D piense «¡parece que lo puedo tocar!»)

    Lo que hoy es gloria mañana será olvido…

  • Planeta Oli
    marzo 7, 2010

    «Avatar» es un bluf bluf disfrazado de blim blim. Deslumbra durante un día o dos, pero apenas deja huella con el tiempo.

    De hecho, me voy a mojar yo también antes de los Oscars: esa misma euforia llevó a «Avatar» a obtener picuantísimas nominaciones, pero apuesto a que con el tiempo más de uno se arrepentiría de votar a «Avatar» en tantas categorías.

    En cambio, a «En Tierra Hostil» le sucede lo contrario: es a los dos días de verla cuando empieza a ganar terreno en tu memoria (aunque si bien prefiero esta, gane una u otra, parece que 2009 no ha sido un gran año de cine).

    OLI I7O

  • marigel navarro
    marzo 7, 2010

    gracias roque por tus comentarios siempre acertados al menos para mi,avatar es una pelicula que logra entretenernos sin que nos tengamos que mover inquietos en la silla,espectacular en 3d, pero es un argumento tan utilizado tan trillado solo que esta vez es en el mundo de pandora con seres azules maravillosos,el otro argumento que expones es real como la vida misma, el blanco el mejor indio, el blanco que termina dominando a toda la tribu de avatares, los americanos tiene espiritu de imperialistas y eso no cambia con el paso de los años, aunque tampoco podemos mirar alrededor nuestro nosotros dejamos tambien que desear,menos mal que jack sully en principio quiere controlar la cultura para el bien del pueblo, si siguiera la pelicula veriamos como acabaria todo.
    me gustan otro tipo de peliculas esas que van pasando los dias y vas pensando en ellas, tal escena tal dialogo y te da para que las reurones se nos muevan.

  • Nacho
    marzo 7, 2010

    Absolutamente de acuerdo, Roque. Me mosquea el hecho de que una «grandísima» maquinaria como la de «Avatar» se venda con el pretexto de «anti imperialista» y «anti racista». Lo primero lo es sin duda, pero con el subterfugio de que «el malo» blanco no conseguirá dominar a la tribu foránea, pero sí «el bueno» blanco. Y, en cuanto a lo segundo, ¿acaso no es racista que al final de la peli el chico guapo tenga que convertirse en Na’vi para poder quedarse con la chica Na’vi? Sinceramente, esto me recuerda a tantos casos en los que un miembro de la pareja ha tenido que convertirse a otra religión con tal de poder casarse con su amado y que la familia de éste -sea católica, musulmana o judía- le reciba con los brazos abiertos y una sonrisa de oreja a oreja. ¡Con lo chulo que hubiera sido que acabaran juntos la Na’vi y el blanquito yanqui y tuviesen hijos multicolor, mitad pitufos mitad humanos! (A propósito de esto, ¿alguien puede explicarme por qué no usan los Na’vi la cola esa tan extraordinaria y tan llena de energía que con todo se conecta también para follar? ¿O por qué no les vemos el pene azul a lo largo de 3 horas de película sin parar de dar saltos y volar por los aires cuando sólo les cubre un tapa-rabos a lo Pocahontas? En fin, éstas y tantas dudas sobre «Avatar». Estos americanos, siempre queriendo quedar tan bien con todos que les sale el tiro por la culata… En cuanto al 3D y demás, sí, INCREÍBLE. Pero mis aplausos van más para el/los diseñador/es conceptual/es.
    Saludos, Roque.

  • Alfons Grau
    marzo 8, 2010

    Hola Roque, me ha gustado tu artículo y básicamente estoy de acuerdo contigo. Lo del racismo en el cine (al igual que el machismo) yo creo que cada uno puede interpretarlo como quiera, o simplemente dejarlo pasar sin prestarle atención; vamos que se podría decir que el protagonista es bueno, guapo, listo, valiente, etc y por eso se convierte en el lider del pueblo Na’vi, sin más connotaciones ni raciales ni sexuales.
    Y este es mi comentario en fb después de los Oscars:
    Avatar: Ahora que los Oscar ya están repartidos, voy a dar mi opinión sobre Avatar, ME GUSTÓ. La función principal del Arte, y particularmente del Cine, es entretener; desde este punto de vista Avatar ha triunfado. El gran público y la crítica no siempre van de la mano dado que los criterios son diferentes y raramente …coinciden. Desde el punto de vista técnico, los gurús dicen que el 3D no era perfecto, pero nadie puede negar que Avatar ha enseñado al gran público que el 3D ya está aquí, y eso es de agradecer por todos. De los Oscar no voy a opinar dado que ni soy entendido, ni he visto gran parte de las películas nominadas.
    Saludos, Alfons

  • Alberto
    marzo 8, 2010

    Comparto tú opinión. Es verdad que tiene algo de racista en tanto en cuanto acaba por triunfar el «blanco».
    De todas formas, pensemos el asunto desde un punto de vista narrativo. Ni siquiera en películas donde el perfil heroico del protagonista está tan definido, acaba siendo este el que saca las castañas del fuego.
    En ese caso podríamos decir; ok. Pues hagamos del héroe alguien «indio». Claro, pero es que la «gracia» es ese elemento transformador. Dicho con otras palabras, podrías renunciar a ese elemento del intruso «blanco» dominante, pero entonces haces perder fuerza a la historia.
    Y respecto al elemento imperialista americano, tengo entendido que viene de su propia fundación, en la que parece que quisieron asumir el rol de portadores de la buena moral en el mundo. No digo que sea un buen elemento, pero es algo que muchos líderes mundiales han tenido. Sin ir más lejos, Castilla nació con ese mismo espíritu.

  • Alberto
    marzo 8, 2010

    Carai, frase importante mal escrita en mi comentario. No es «ni siquiera en películas donde… castañas del fuego» sino «Ni siquiera en películas donde el perfil heroico del personaje no está tan definido….»

    Pues eso…

  • Lolita
    marzo 9, 2010

    Hola, Roque,
    estoy completamente de acuerdo con tu valoración de Avatar. De hecho pensé en Titanic y en ti, cuando la vi.
    Y ahora, una vez conocidos los ganadores de los Oscars, intuyo que o los miembros de la Academia son otros o han mejorado su criterio.
    Y es que está claro que una peli como Avatar se merece todos los Oscars, incluso Nobel si quieres, a los aspectos técnicos como efectos especiales, etc, pero por favor, y esto es algo que me decepciona profundamente del Cameron de los últimos tiempos, ya se podría esmerar un poco más en las historias y en los guiones.
    Esto me huele a chapuza, sinceramente, ¿de qué sirve un envoltorio tan puntero y espectacular cuando el interior está vacío?
    Es verdad que el imperialismo yanqui casi parece parte del mapa genético de los que allí viven pero afortunadamente no todos son así y creo que cada vez va habiendo más directores que hablan un lenguaje más profundo y solidario con el resto del mundo, que miran alrededor y ven mucho más allá del «I’m the king of the world» o el «God bless America» (refiriéndose a EE.UU., claro).

    Oye, que más vale que nos tomemos un café un día de estos y charlamos, que me interesan tus opiniones.

    Un beso enorme.

  • Sabrina
    marzo 10, 2010

    Llego muy tarde para hablar de Avatar y lo haré como «profana» al mundo cinematográfico.

    Había oído tantas críticas sobre el guión que al final cuando la ví me gustó mucho. No me he aburrido y los efectos especiales están muy aceptables para un ciné de barrio.

    En cuanto al mensaje o las interpretaciones vinculadas al racismo nada me puede sorprender. En todas las pelis están los buenos y los malos no? a veces son blancos vs menos blancos, americanos vs afganos, …
    Dominación y sumisión son dos conceptos con los cuales convivimos todos los días en distintos ámbitos en la familia, en el trabajo, con la pareja. Creo que todos dominamos y/o nos sometemos a alguien o algo (reglas). Es algo interiorizado y por lo cual podemos consumir esas películas sin molestia…

    La sociología de la colonización es una pista interesante para entender como se hace un guión tipo Avatar o Bailando con los lobos, y porque tienen éxito.

    En fín, gracias por ese blog de reflexión/cine muy interesante.

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