No suelo dejar pasar tanto tiempo entre que veo una película y escribo su reseña, pero Coraline se ha hecho de rogar. La vi con el espíritu algo decaído y creo que la contagié. Tengo que darle otra oportunidad, porque no me enamoró como esperaba. Y por eso escribo ahora: Coraline estará a la venta en DVD el próximo mes de octubre, y como es mi cumpleaños, el 12, pues tal vez a alguien se le ocurra… en fin, dando pistas.

Esta «Alicia en el país de las maravillas 2.0» supone un despliegue tal de imaginación que he de reconocer que, en ocasiones, me sobrepasó. Mágica a más no poder, aunque la enontré en algunos momentos algo lenta y de difícil ingestión para menores de edad, por larga y por rara.

Sin embargo, me gustó, aunque reconozco que sin pasión.

Es probable que Coraline no soporte el paso del tiempo como lo hizo su hermana Pesadilla antes de Navidad, hijas ambas de Henry Selick, pero será de las que habrá que ver de vez en cuando. Os la recomiendo para cualquiera de estas noches de invierno que están a la vuelta de la esquina. Manta y helado. Cookie Dough de Ben & Jerry’s, si es posible, claro.

-Roque.