Hacia finales del verano (que yo había empezado a llamar ya «el verano del amor») me fui de casa por primera vez con mi Chevy Nova dorado del 71. El coche, al que yo había bautizado «Oro Viejo», y cuyo suelo oxidado había sido substituido por una señal de STOP, se lo había comprado por cien pavos a la rubia buenorra de mi prima Jennifer, que años más tarde moriría a bordo del avión que se estrelló contra el Pentágono el 11 de septiembre de 2001. Era azafata. Aquella mañana había escrito desde el aeropuerto de Dulles una postal en la que podía leerse en grandes letras LA VIDA ES GENIAL.
EVERETT, Mark Oliver. Cosas que los nietos deberían saber.
Álvarez Ellacuria, Pablo (trad.). Barcelona: Blackie Books, 2010. 199 págs.
ISBN: 978-84-937362-1-7
agosto 6, 2010
¡Anda! ¿Lo han traducido?
Yo me lo compré en Berlin el año pasado, en inglés. Merece la pena. Es una biografía genial, ¡como su autor!