El único actor que tengo claro por el momento es Pierre. Pierre en el papel de Elías.
Conocí a Pierre en Los Angeles. Era de los pocos europeos que habíamos ingresado en la Academia de Cine. Pierre es franco alemán y podría ser el galán de cualquier película de los años 40. Pronto, él, Melany y yo hicimos un buen grupo. La suerte ha sido que después de aquello hemos seguido en contacto y que de allí surgió un espíritu que aún no ha desaparecido: el de hacer películas, el de contar historias. No hace falta mucho, sólo una cámara y ya está…
En Los Angeles rodábamos cortos constantemente. Uno fue de ellos fue escrito, rodado y montado en apenas unas horas. La historia surgió escuchando una canción que había llegado a mis oídos a través de Kevin Sullivan, un chico del que recuerdo que era del Sur y que había estado en la cárcel por un asunto de drogas blandas. La canción se llamaba Extra savoir faire de los They might be giants. Su estribillo rezaba así:
What’s a man like me supposed to do
With all this extra savoir-faire
What is left for me to prove, dear
Aquella noche hicimos el corto con el que más me he divertido, y que recibió el título de ‘Esas cosas que pasan’ o ‘These things do happen’, en inglés. Se nos ocurrió, a eso de las tres de la madrugada, contar la historia de cómo un hombre (Pierre) se intentaba ligar a una chica (Melany) en varias fases, acompañado siempre de su Cupido (un tipo con rastas y una guitarra, que interpretó nuestro amigo Ben Riseman). Lo hicimos de un modo muy naif, exagerándolo todo mucho, haciendo de cada fase del ligue una especie de viñeta de cómic, y, francamente, quedó algo muy divertido. Estaba amaneciendo en Los Angeles y yo corría con el negativo para revelarlo… ¡Qué noche aquella! ¡Aquel era el espíritu!
Roq.
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