Enhorabuena, David

miércoles, 21 octubre 2009 0

El próximo 23 de octubre se entregarán los Premios Príncipe de Asturias. Este año el de Ciencias Sociales recae sobre Sir David Attenborough, uno de los grandes maestros del documental, a mi juicio, claro, porque encontraréis quien os diga lo contrario y lo tache de sensacionalista. Yo siempre he sido pro Attenborough, y más desde que hace unos seis meses descubrí a la venta en la tienda online de la BBC su colección de documentales: Life.

Muchos le conoceréis por adornar vuestras siestas en La 2. Es un señor mayor, de pelo blanco, con camisa azul claro y pantalón beige, que narra documentales de animales, casi siempre integrado entre ellos. Es capaz de explicar el vuelo de un albatros sentado al borde de un acantilado, que un albatros, mientras tanto, esté a su lado prestándole atención, terminar su discurso y que el albatros alce el vuelo y cruce el plano de lado a lado.

En este pack, que aún sigue a la venta y a un precio bastante razonable, se recogen las 9 series de las que es director y narrador.

Las series están en inglés con subtítulos en ese mismo idioma. Cada capítulo tiene una duración de 52 minutos, así que echad cuentas.

David es además narrador de muchos documentales, entre ellos, Planeta azul y Planeta tierra, que os recomiendo de paso. Y como nota friki, para los que no lo sepáis, es hermano de Richard Attenborough, aclamado director de cine (Gandhi, Tierras de penumbra), pero más conocido entre la juventud por ser el dicharachero abuelito de Jurassic Park.

Hacía tiempo que no celebraba tanto una compra. Life se ha convertido en una de las joyas de mi videoteca y en un compañero inseparable de noches en vela. Desde siempre me he declarado profundo admirador tanto de Attenborough como de la labor documental de la BBC, la cadena para la que él siempre ha trabajado, y que, considero, debería ser un referente de televisión pública para nosotros. Y lo he hecho por diversas razones:

  • Attenborough te enamora de la naturaleza mostrándote sus misterios y maravillas como ningún otro ha logrado hacer. Sus documentales no escatiman en medios, verás animales como nunca lo has hecho, desde perspectivas imposibles, planos que te harán devanarte los sesos: ¿cómo demonios se rueda eso?
  • Consigue educar, porque sus documentales no son solamente endiabladamente entretenidos, sino que, además, son didácticos, narrados con un lenguaje sencillo, pero lleno de fuerza y rigor. Buscad su nombre en YouTube y juzgad vosotros mismos.
  • Attenborough te implica con la naturaleza, te compromete en labores ecológicas casi sin darte cuenta, y lo hace desde el punto de vista positivo del que descubre lo que tiene, y no lo que pierde.
  • Es de los pocos que se ha atrevido a alzar la voz desde una televisión pública a favor del evolucionismo, reavivando ese debate eterno y estúpido entre creacionistas y evolucionistas. A raíz de su último trabajo, Charles Darwin and the Tree of Life, donde expone y defiende las teorías evolutivas de Darwin, dijo:

La gente me escribe diciendo que la evolución es sólo una teoría. Bueno, no es una teoría. La evolución es un hecho histórico tan sólido como puedas concebir. Hay evidencias por todas partes. Lo que es una teoría es si la selección natural es el mecanismo y si es el único mecanismo. Eso sí es una teoría. Pero la realidad histórica de que los dinosaurios dieron lugar a las aves y los mamíferos produjeron ballenas, eso no es teoría.

Por estas y por muchas otras razones que ahora no logro recordar quiero expresar mi alegría y mi satisfacción por el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. En mi mente lo he convertido en un: gracias por la gran labor que haces, David Attenborough.

Y para terminar, una reflexión:

Mi respuesta es que cuando los creacionistas hablan de Dios creando cada especie individual como un acto separado, siempre citan como ejemplo colibríes, orquídeas, o girasoles y cosas bonitas. Pero yo, en lugar de eso, tiendo a pensar en un gusano parásito que está horadando el ojo de un niño sentado a la orilla de un río en África occidental, un gusano que le va a dejar ciego. Y les pregunto, ¿me estás diciendo que el Dios en el que crees, que siempre dices que es misericordioso, que cuida de cada uno de nosotros individualmente, estás diciendo que Dios creó este gusano que no puede vivir en ningún otro sitio que en el ojo de un niño inocente? Porque esto no me parece que coincida con un Dios lleno de misericordia.

-Roque.

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