Uno de mis directores favoritos, de los de toda la vida, es Alfred Hitchcock. Tengo todas sus películas y procuro verlas, siempre que puedo, porque son un verdadero placer para el ojo y para la mente. Hay algunas que, por buenas y entretenidas, pongo con más frecuencia: Vértigo, Los Pájaros, Psicosis y La ventana indiscreta, por mencionar algunas, aunque no puedo olvidarme de otros dos títulos, no tan grandes como los anteriores, pero brillantes en cualquier caso: La soga y Náufragos, del que creo, habría que hacer un remake, aunque si tiramos de archivo veremos que los remakes de Hitchcock nunca han funcionado.
El caso es que hace algo más de un año la Universal editó en DVD la primera y la segunda temporada de la serie de televisión Alfred Hitchcock presenta. De mi niñez conservo un vago recuerdo de aquellos capítulos sobre historias de crímenes en 25 minutos, con aquellas inolvidables presentaciones y despedidas protagonizadas por el propio Hitchcock, haciendo gala del más cáustico y elegante de los humores ingleses. Pues bien, no pude evitarlo y adquirí los DVDs.
No habrían pasado un par de semanas cuando ya había visto todos los capítulos, los 78, que se dice pronto, y acudí con sed de Hitchcock a por más. Para mi satisfacción encontré en el centro comercial la tercera temporada, esta vez sin doblaje en español, salvo dos o tres capítulos, que en su día fueron emitidos en nuestra televisión. Arrancaba la temporada con una de mis actrices favoritas, una jovencísima Jessica Tandy en una fantástica e inolvidable historia que trata de un ojo de cristal y que se llama, cómo no, El ojo de cristal.
El legado cinematográfico de Alfred Hitchcock siempre estará incompleto si no se tienen en cuenta sus trabajos para televisión. Muchos capítulos fueron dirigidos por él mismo y, aunque contaba con menos recursos que para sus producciones para la gran pantalla, su sello es inconfundible. A esta serie le debemos, además, el reconocimiento de su silueta como marca de la casa y la pieza musical Marche Funebre D’une Marionette del frances Charles Gounod como tema músical que le identificará para siempre. Sonaba así:
Pues bien. Ha pasado un año y no había tenido más noticias de si Universal estaba interesada en continuar editando temporadas, que fueron 7. Hoy mismo me he enterado de que la cuarta temporada está ya a la venta en los Estados Unidos, así que no faltará mucho para que llegue a la vieja Europa. Ansioso la esperaré. Buenas noticias.
-Roque.
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