Divertida, entretenida, cachonda, irreverente, escalofriantemente real… una sacudida eléctrica. Hacía tiempo que no lo pasaba tan bien en una sala de cine. Martin Scorsese da rienda suelta a ese lobo salvaje que lleva dentro de sí, y lo hace ni más ni menos que en Wall Street. Hay una pizca de cada uno de sus mejores trabajos en cada minuto de esta película, como si de repente todo hubiese cobrado sentido. Su quinta colaboración con DiCaprio suena a obra maestra.
DiCaprio lo es todo en la película. Una interpretación redonda, absorbente, ingeniosa, desgarradora y todo con la maestría que sólo un genio puede alcanzar. Nos hace reflexionar cuando por un instante percibes que estás disfrutando demasiado con las travesuras de Jordan Belfort.
Tres horas de este tándem, Scorsese DiCaprio, para descubrir que la codicia no es buena, es genial.
Imprescindible.
-Roque
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