Decir simplemente que uno debe aceptar sin cuestionarse lo que aprendió en el regazo de su madre no es el acto de una persona inteligente. Todas las sociedades del mundo han necesitado producir una historia para dar cuenta del hecho de que la humanidad está en la Tierra. Los aborígenes australianos creen que los primeros humanos fueron regurgitados del cielo por una gran serpiente arcoíris, la gente de Tailandia cree que el principio del mundo fue una gran piscina de leche y que los demonios echaron en ella una serpiente, y la leche se coaguló, y eso formó a los seres humanos, y hubo un tiempo, hace dos o tres mil años, cuando la gente del Mediterráneo oriental creía que la mujer salió de la costilla del primer hombre. Si alguien me dice que cree que cada palabra de la Biblia es cierta, no se puede discutir con semejante grado de irracionalidad…
Nunca antes a lo largo de la Historia el mundo entero había sido capaz de hablar unos con otros. Estamos al principio de una evolución extraordinaria como especie – una especie que es capaz de comunicarse instantáneamente con todos y cada uno de sus miembros. No soy tan cínico como para pensar que la ignorancia ganará siempre.
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