Queridísimo Lytton:
Tengo mucho que contarte y hoy me siento muy torpe para escribirlo.
Sabía que en realidad no podía esperar nada de ti, incluso desde el principio. Durante todos estos años siempre he sabido que mi vida contigo nunca sería plena.
Lytton, tú eres la única persona por la que he sentido una pasión absorbente; nunca más sentiré otra, ahora ya no podría. Mi amor por ti ha sido el más humillante que una persona pueda sentir. Ha sido un esfuerzo excesivo estar aquí, sola, esperando verte, o asomando los ojos y la nariz por la ventana para verte aparecer calle arriba.
Ralph me ha dicho que temías que yo creyera tener algún tipo de derecho sobre ti, y que todos tus amigos se preguntaban cómo me soportabas tanto tiempo sin entender yo una palabra de literatura.
Pues creo que nadie ha podido amar todo lo tuyo tanto como yo. Nunca has sabido o nunca sabrás el inmenso y devastador amor que he sentido por ti.
Sólo de pensar en ti ahora me pongo a llorar y no puedo ver este papel.
Una vez me dijiste, aquel miércoles por la tarde en el salón, que me querías como a una amiga.
¿Podrías decírmelo otra vez?
Tuya, Carrington.
julio 3, 2009
Sín duda, el verdadero amor siempre trasciende, rómpe fronteras, crea ilusiones, espera y desespera; pero lo más importante es que, forma una vida o mejor dicho 2. Un vida sin tiempo, por que puede ser eterna; ya que vivimos para amar y las personas importantes en nuestra vida siempre se quedan.